La emergencia de la oscuridad, que ha sido un rasgo tan marcado de la Causa de Dios durante los primeros cinco ajos del Plan de Siete Años, ha venido acompañada de cambios, tanto externos como internos, que afectan la comunidad mundial bahá'í Externamente, hay señales de una cristalización de una imagen pública de la Causa Ä poco informada por la mayor parte, por m s amistosa que sea Ä mientras que, internamente, creciente madurez y confianza son indicadas por mayor habilidad administrativa, un deseo de que las comunidades bahá'ís rindan servicio al cuerpo mayor de la humanidad, y una comprensión, que se profundiza cada vez m s, de la pertinencia del Mensaje divino a los problemas modernos. Deben tomarse en cuenta ambos aspectos del cambio mientras entramos en la tercera y última fase del Plan de Siete Años.
El año que acaba de finalizar ha sido ensombrecido por la continua persecución de los amigos en Irán. A ellos se les ha obligado a disolver su estructura administrativa, han sido hostigados, desposeídos, despedidos del trabajo, destituidos de sus hogares, y a sus hijos se les niega la educación. Unos seiscientos hombres, mujeres y niños est n actualmente presos, a unos se les niega cualquier contacto con sus amigos y parientes, otros son sujetos a la tortura, y a todos se les presiona a renegar de su fe. Su firmeza heroica y ejemplar ha sido el móvil principal en sacar a la Causa de la oscuridad, y es el consuelo de sus corazones que su sufrimiento tenga como resultado avances sin precedente en enseñar y proclamar el divino Mensaje a un mundo tan desesperadamente necesitado de su poder curador. Por esto abrazan el servicio final del martirio. Nuestra obligación es clarísima. No les podemos fallar ahora. Acción sacrificada al enseñar y promover la Causa de Dios debe seguir cada instancia de publicidad que surge a raíz de su persecución. Que sea éste nuestro mensaje a ellos de amor y unión espiritual.
En el campo internacional, las amadas Manos de la Causa, por quienes siempre crece nuestro amor y afecto, cuandoquiera que su salud lo ha permitido han seguido edificando y alentando a los amigos y promoviendo la unidad y marcha adelante del ejército de la vida. El Centro Internacional de Enseñanza, operando desde su sede mundial, ha provisto a los Cuerpos de Consejeros de liderato y dirección cariñosos y sabios. Su esfera de servicio se ha extendido inmensamente por la asignación de nuevas responsabilidades y por la elevación del número de sus miembros Consejeros a siete. Los servicios devotos de los Consejeros en todos los continentes, hábilmente apoyados por los miembros del Cuerpo Auxiliar, han sido valiosísimos en fomentar la salud e integridad espirituales de la comunidad mundial. Para el desarrollo adicional de este órgano vital del Orden Administrativo, se ha decidido establecer un término de cinco años de servicio para las personas nombradas a los Cuerpos Auxiliares, comenzando el 26 de noviembre de 1986. El trabajo de la Comunidad Internacional Bahá'í en relación con las Naciones Unidas ha producido creciente aprecio de nuestras actitudes y principios sociales, y en ciertas instancias -notablemente las sesiones sobre los derechos humanos- la participación bahá'í ha sido espectacular, nuevamente como resultado del heroísmo de los amigos persas. La oficina en Ginebra se ha consolidado y se ha empleado m s personal para tratar con sus actividades crecientes. A pesar de problemas severos, la construcción de las Casas de Adoración de la India y de Samoa ha progresado satisfactoriamente, y la última de estas será dedicada y abierta a las devociones públicas entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre de 1984, cuando la Casa Universal de Justicia ser representada por la Mano de la Causa Amatu'l-Bahá Ruhiyyih Khánum. Inmediatamente después de la Convención Internacional el Ridván pasado, fueron formadas dos nuevas Asambleas Espirituales Nacionales Ä en Santa Lucía y Dominica. Dos nuevas emisoras de radio harán sus transmisiones inaugurales este año, a saber, Radio Bahá'í de Bolivia, en Caracollo, y WLGI, la emisora bahá'í en el Instituto Louis Gregory, en los Estados Unidos. La comunidad bahá'í en once países, todos en el tercer mundo y nueve de los cuales son islas, ha alcanzado o superado el uno por ciento de la población total.
Durante los últimos meses de 12 segunda fase del Plan de Siete Años creyentes e instituciones por igual han respondido generosamente a un llamado que plantea las necesidades crecientes del Fondo Internacional. Confiamos en que contribuciones sostenidas y regulares durante la fase final del Plan harán posible que sus fines y objetivos sean plenamente alcanzados.
La entrada de la Causa en el escenario mundial se evidencia en una cantidad de enunciados públicos en las que se nos ha caracterizado como "ciudadanos modelos", "apacibles", "acatadores de la ley", "no culpables de ninguna ofensa política ni crimen"; todos excelentes pero completamente inadecuados respecto de la realidad de la Fe y sus fines y propósitos. Sin embargo la gente est dispuesta a escuchar sobre la Fe, y se debe aprovechar la oportunidad. Deben hacerse esfuerzos persistentemente mayores cada vez por poner a los líderes del mundo, en todos los departamentos de la vida, al corriente de la verdadera naturaleza de la revelación de Bahá'u'lláh como la única esperanza para la pacificación y unificación del mundo. Simultáneamente con tal programa debe ir el proseguimiento constante y vigoroso del trabajo de la enseñanza, para que se nos pueda ver como una comunidad creciente, mientras que el hecho de que los amigos observen universalmente las leyes bahá'í de la conducta personal afirmar la riqueza del modo de vida bahá'í y despertar el deseo de tomar parte en ella. Por todos estos medios la imagen pública de la Fe se acercará más, gradual pero constantemente, a su verdadero carácter.
El surgimiento de celo en todo el mundo bahá'í por explorar la nueva dimensión de desarrollo social y económico nos reconforta y eleva todas nuestras esperanzas. Esta energía dentro de la comunidad, dirigida cuidadosa y sabiamente, sin duda tendrá como resultado una nueva era de consolidación y expansión, que a la vez atraerá más atención mundial, de manera que los dos aspectos del cambio en la comunidad mundial bahá'í actuarán el uno sobre el otro y se impulsarán mutuamente.
Un elemento cardinal en la dirección cuidadosa y sabia que se requiere es el obtener la victoria en el Plan de Siete Años, prestando gran atención al desarrollo y fortalecimiento de las Asambleas Locales. Deben hacerse grandes esfuerzos por alentarles a desempeñar sus deberes principales de reunirse regularmente, realizar las Fiestas de Diecinueve Días y observar los Días Sagrados, organizar clases de niños, alentar la práctica de oraciones en familia, emprender proyectos de enseñanza por extensión, administrar el Fondo bahá'í, y dar continuo aliento y liderato a su comunidad en todas las actividades bahá'ís. La igualdad de hombres y mujeres no se aplica universalmente en el momento actual. En las áreas en que la tradicional falta de igualdad todavía obstaculiza su progreso, debemos estar en la vanguardia respecto de la práctica de este principio bahá'í. A las mujeres v niñas bahá'ís se les debe alentar a tomar parte en las actividades sociales, espirituales y administrativas de sus comunidades. A la juventud bahá'í, que ahora presta servicio ejemplar y devoto en la vanguardia del ejército de la vida, se le debe alentar, aun mientras se equipa para el servicio futuro, a idear y ejecutar sus propios planes de enseñanza entre sus contemporáneos.
Ahora, cuando entramos en la fase final, de dos años, del Plan de Siete Años, nos regocijamos por la agregación de nueve Asambleas Espirituales Nacionales nuevas; tres en Africa, tres en las Américas, dos en Asia, una en Europa, llevando el número total a 143. Cinco m s han de establecerse en el Ridván de 1985. Ellas son Ciskei, Mali, y Mozambique en Africa, y las Islas Cook y las Islas Carolinas Occidentales en Australasia. De esta manera el Plan terminará con un mínimo de 148 asambleas espirituales nacionales. Para ese entonces planes deben ser aprobados para completar el arco alrededor de los Jardines Monumentales en el Monte Carmelo, incluyendo la ubicación y los diseños de los tres edificios restantes que deben construirse alrededor de ese arco.
No puede haber duda alguna que el progreso de la Causa de este período en adelante ser caracterizado por una relación siempre creciente con las agencias, actividades, instituciones, e individuos sobresalientes del mundo no bahá'í. Adquiriremos mayor estatura en las Naciones Unidas, llegaremos ser m s conocidos en las deliberaciones de gobiernos, una figura conocida para los medios informativos, un tema de interés para los académicos, e inevitablemente el objeto de la envidia de establecimientos moribundos. Nuestra preparación para esta situación y nuestra respuesta a ella debe ser una continua profundización de nuestra fe, una adhesión firme a sus principios de abstención de la política partidaria y libertad de los prejuicios, y sobre todo una comprensión creciente de sus verdades fundamentales y pertinencia al mundo moderno.
Acompañando este mensaje de Ridván van un llamado para que 298 pioneros se radiquen en 79 comunidades nacionales, y mensajes específicos dirigidos a cada una de las actuales 143 comunidades nacionales. Son el fruto de estudio y consulta intensivos por la Casa Universal de Justicia y el Centro Internacional de Enseñanza, y detallan las metas a ganarse y los objetivos a ser proseguidos por cada comunidad nacional para que Ridván 1986 pueda atestiguar el cumplimiento en gloriosa victoria de este Plan altamente significativo. Se habrá realizado en un período de confusión mundial sin precedente, dando testimonio de la vitalidad, el avance irresistible, y el poder creador social de la Causa de Dios, contrastado en claro relieve a la declinación cada vez m s r pida en la suerte de la generalidad de la humanidad.
Amados amigos, las generosidades y la protección con la cual la Bendita Beldad est alimentando y amparando el organismo infantil de Su nuevo orden mundial a lo largo de este período violento de transición y prueba, dan abundante seguridad de victorias por venir si solo seguimos el sendero de Su guía. œ1 recompensa nuestros humildes esfuerzos con efusiones de gracia que traen no solo adelanto a la Causa sino que también seguridad y felicidad a nuestros corazones, para que efectivamente podamos mirar a nuestros vecinos con rostros iluminados y resplandecientes, confiados que de nuestros servicios actuales resultar eventualmente ese futuro bienaventurado que heredar n nuestros descendientes, glorificando a Bahá'u'lláh, el Príncipe de Paz, el Redentor de la humanidad.
La Casa Universal de Justicia